El compost y el vermicompost mejoran la fijación de nitrógeno, la fisiología y el rendimiento de la simbiosis rizobio-leguminosa
Investigadores del departamento de Microbiología del Suelo y la Planta de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC) han liderado un estudio realizado por grupos de España y Colombia en el que se revisa el conocimiento existente sobre el uso combinado de compost (y vermicompost) con leguminosas, como estrategia sostenible de fertilización.
El suelo es un recurso no renovable, esencial para asegurar nuestra seguridad alimentaria. La fertilidad del mismo depende directamente de su contenido en materia orgánica, ya que ésta mejora sus propiedades químicas, físicas y biológicas. Por ello, mantener un nivel adecuado de materia orgánica en el suelo es una estrategia fundamental para la sostenibilidad de nuestros agroecosistemas. Una posible fuente de materia orgánica son los residuos agroindustriales, pero para emplearlos necesitamos estabilizarlos biológicamente. El compostaje y el vermicompostaje son dos estrategias útiles y versátiles que permiten transformarlos y aprovecharlos como fuente de materia orgánica, nutrientes y microorganismos beneficiosos para las plantas. Otra estrategia de gran interés es el uso de cultivos de leguminosas. Estas plantas forman simbiosis con algunas bacterias del suelo, conocidas como rizobios, capaces de transformar el nitrógeno atmosférico en una forma asimilable por los seres vivos, a través del proceso de fijación biológica de nitrógeno.
El estudio, publicado en la revista Applied Soil Ecology, sintetiza el conocimiento actual sobre la aplicación de compost y vermicompost en cultivos de leguminosas y su efecto en la fijación de nitrógeno, el desarrollo fisiológico del cultivo y en el rendimiento productivo. Los autores, mediante una aproximación de meta-análisis, han cuantificado que la aplicación de compost a los cultivos de leguminosas incrementa de media un 66 % el número de nódulos, un 52 % su biomasa, un 48 % el desarrollo vegetal del cultivo, un 21 % su altura y un 20 % el rendimiento de producción de semillas. Para el caso del vermicompost, estos números son incluso mayores. Mediante un estudio cienciométrico, los autores han identificado las principales tendencias actuales de investigación como el uso de compost y vermicompost con rizobios, su efecto en la calidad del suelo, los beneficios económicos de esta estrategia y su efecto en la diversidad microbiana del suelo.
Además, el trabajo muestra cuales son los huecos en el conocimiento científico de esta temática. La falta de conocimiento de los mecanismos implicados en la efectividad del compost inoculado con microorganismos del suelo, el tipo de leguminosas y las condiciones edafoclimáticas de los cultivos, el efecto del uso combinado de compost y biochar en la formación de nódulos o la influencia de las propiedades químicas (contenido en nitrógeno) o biológicas (presencia de rizobios nativos en el compost) del compost, son algunos de ellos.
Estos resultados ponen de manifiesto que el uso combinado de compost (y vermicompost) con leguminosas es una estrategia efectiva para mejorar la salud del suelo, su rendimiento productivo y el desarrollo de una agricultura más sostenible.

Referencia:
Carol V. Amaya-Gómez, Diego H. Flórez-Martínez, María Luz Cayuela, Germán Tortosa (2025) Compost and vermicompost improve symbiotic nitrogen fixation, physiology and yield of the Rhizobium-legume symbiosis: A systematic review, Applied Soil Ecology, Volume 210, 106051. https://doi.org/10.1016/j.apsoil.2025.106051.
Más información:
Germán Tortosa Muñoz - german.tortosa@eez.csic.es